El otro día, entró un chico, de unos 40 años... muy desmejorado físicamente, pero en pleno uso de sus facultades mentales.
Le dijo a mi madre que venía a pedirle perdón porque hace muuuuuchos años, le había robado. Había robado algo que había vendido para conseguir droga. Que había estado en la cárcel. Que ahora estaba a tratamiento. Que su madre estaba muy enferma, y que él sólo tenía ganas de morir. Pero que necesitaba hablar con mi madre, para pedirle perdón, y saber que ella le perdonaba. Que él no era un ladrón, y que las circunstancias le habían empujado hace muchos años.
Mi madre lo miró, y le dijo:
- ¿Entonces tú piensas que tienes una deuda conmigo, verdad?
- Sí, señora.
- ¿Y piensas que pidiéndome perdón tu deuda estará saldada, no?
- Eso espero. Sí.
- Entonces, ¿harías algo por mí, algo que yo te pida, para que te perdone?
- Lo que sea!!
- CURATE!! Y vive. Eres guapo, y joven. Y TIENES QUE VIVIR. Cuando estés curado, ven a verme, y ese día, cuando vuelva a verte y vea que estás bien, nuestra deuda estará saldada...
Él empezó a llorar, y le preguntó a mi madre si podía besarla.
Ella le dijo que sí, y él cogió la mano de mi madre y se la besó.
Mi madre le dijo:
Mi madre le dijo:
- No, hijo, dame un beso de verdad.
Se dieron un leve abrazo, y él la besó en la mejilla...
Hoy, 30 de julio de 2.009, mi madre ha vuelto ha darme una GRAN LECCION DE VIDA, como en tantas y tantas y TANTAS ocasiones...
Solo deseo que ese chico, vuelva algún día...
2 comentarios:
Es una de las cosa mas bonitas, de esa que solo parecen que existen en las peliculas. Pero conociendo a tu madre no me estraña mucho.
Chapó por ella
Ay, qué hartón de llorar!
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