Lo mires por donde lo mires, un mes de mierda.
Teniendo en cuenta que la puta ciudad se llena de lucecitas, críos chiflados llorando por las esquinas, madres histéricas buscando juguetes, padres atrofiados con los ojos fuera de órbitas, gente y más gente. Abuelos extenuados que piden a gritos unas vacaciones de nietos, la mitad de la ciudad está de vacaciones, esto se está repoblando, gente y más gente.
Diciembre... sigue siendo un mal mes. Un mes pésimo.
Los que son afortunados de tener una familia completa, disfrutan de su navidad como si fuera la mayor fiesta del año. Sí. Yo también lo hacía.
A los que nos faltan, miramos con desdén las felicidades ajenas pensando QUE COÑO TENGO YO QUE CELEBRAR el día 24??? Nada. Que Dios me perdone. O no. Bah, que lo decida él.
Además, es el mes del encebamiento colectivo por excelencia. Lo cual simplifica aún más las cosas: Diciembre = mal mes.